lunes, 24 de diciembre de 2012

La historia de Momi: el perro lanudo que conquisto a tres perros viejos.

Éramos tres como los Mosqueperros. Más de uno de los tres estaba completamente en celo en busca de una hembra, sin embargo por las frías calles de Medina de Pomar éramos sólo nosotros: los tres y nadie más. Aullábamos a la luz de una luna tímida que se escondía a la mínima entre las nubes que arrastraba un viento casi huracanado.

Hablábamos en de las vicisitudes de la vida. De cómo llegamos hasta aquella Navidad solos sin ayuda de nadie... muchos no habrían confiado en estos perros viejos. Entonces tu pelo claro apareció de la nada. Una sonrisa cruzada de los tres a tu rostro afable. Te nos uniste a aquel camino y nos enamoraste.

Nos preocupamos por vos, aunque no lo creás. ¿Cómo puedes ser así? ¿Cómo puedes estar feliz estando perdido? Nos enseñaste de todo en un minuto... pero nos alarmaste. Seguro que te escapaste, ¿o quizás te echaron de casa? ¿Te habrán abandonado? No sabíamos tu nombre, así que Momi te bautizó Fito y, creo, que te pareció bien.

A pesar de parecer desesperada no dejaste de respetarnos. Te acompañamos a la Guardia Civil para que te ayudaran a volver, pero ellos se negaron. Nosotros no podíamos llevarte a ningún lado, por desgracia. "Lo más seguro es que te dejaron abandonado aquí en plena Nochebuena. ¡Con este frío!"

Y mientras unos hijos de puta estaban bebiendo, seguramente, hasta caer redondos, vos estabas desesperado por demostrarles tu incondicionalidad, respeto y amor. Nos dejaste tal y como llegaste. Buscaste suerte con otros, pero nos dejaste marcados y maldiciendo a esos cabrones.

Definitivamente, ¡cuántas cosas hay que aprender de los perros! ¡Cuántas cosas en un cuarto de hora! Vaya emociones...

No hay comentarios:

Publicar un comentario