martes, 28 de mayo de 2013

De 'hombres pobres' y 'pobres hombres'.

Lo conocí una fría mañana otoñal en un Madrid convulso y ajetreado -como siempre-. Su reacción fue tan hermosa como inesperada: un abrazo fuerte y una bofetada con cariño casi parental con su mano grande, de trabajador. "¡Bienvenido, mi niño!", me dijo. Así cambió mi vida. Nuestra vida.

Pasó poco desde que pude sentirme especial a su lado, como todos. Siempre tuvo un minuto al día para cada uno de nosotros; un minuto para saber cómo estábamos y qué necesitábamos... a veces nos dedicó más de un minuto para aconsejarnos o echarnos una bronca que, en su momento era molesta, ahora comprendo que era porque me amaba y se preocupaba por mí... por nosotros.

Podía ver en su cara el orgullo cada vez que tocaba mi guitarra junto a Rodolfo y su piano, a Jorge y su Behringer a Raúl y su batería; cada vez que Oslin bailaba con Ledy, cada vez que Meylin daba un discurso o que Franzuá y Diego sacaban una notaza en sus clases. Nos quería como un padre y, como tal, se ocupó de nosotros... junto a los Merayo y los profesores aprendimos a ver aquel frío lugar como un hogar.

Se fue hace dos días y aún hoy me he levantado lleno de tristeza y vacío pues, aunque no lo crea, yo seguía pensando constantemente en usted. Lastimosamente no pude seguir compartiendo su fe, pero sí seguí compartiendo su amor. "Tenemos que ir a Armenteros a visitar a don Juan. ¡Cómo nos quiere!" comentábamos con Rodolfo hace un par de semanas y empezamos a hacer planes... el destino, con más o menos atino, nos quitó ese placer.

No, no comparto dogmas ni tradiciones católicas, pero sé que hace un par de días se murió un hombre martirizado por un sistema político tramposo, envidioso e injusto. En los periódicos apenas hablan de su obra, sólo hablan de juicios y tonterías, pero quedamos miles de personas cambiadas por un santo.

"¡Ay, hijos míos! ¡Hubo un Papa que dijo que había hombres pobres y pobres hombres! Yo soy un pobre hombre con mucha fe en vosotros. En que levantéis esta sociedad sucia y corrupta por los políticos y mentirosos que nos gobiernan. Luchad por vosotros y por vuestras familias y países. Os quiero." (Don Juan Trujillano)


Que descanse en paz, padre.